17 de marzo de 2013

DIEZ DE CINCUENTA Y DOS

Cuando en casa nos levantamos un sábado por la mañana y decimos que vamos a pasar el fin de semana a Sorriba, el desayuno ya se convierte en una fiesta y todo son prisas por vestirse y llegar. Y es que no es para menos porque allí lo pasan genial. Esa sensación de respirar aire puro y de saber que casi cualquier cosa es buena para jugar no tiene precio. El sábado dio para mucho y sino comprobarlo vosotros mismos:



2 comentarios:

  1. Pedazo de lugar para pasar el fin de semana... además que buen tiempo os hizo!!!!

    ResponderEliminar
  2. PRECIOSAS!!!! YE ESTA VEZ HASTA CON MAYÚSCULAS!!

    Mónica

    ResponderEliminar