13 de junio de 2013

VEINTIDOS DE CINCUENTA Y DOS con Candela

El lunes 27 de mayo Candela se embarcaba en un avión a uno de los destinos que todos los niños y muchos mayores, entre los que me incluyo, sueñan con visitar. Se iba a París con los abuelos y por supuesto visitaria el parque Disney.
Izan y yo les llevamos al aeropuerto y después de besos, abrazos, algún que otro "pórtate bien, obedece a abu y yaya,..." les dijimos adios mientras pasaban por el detector que separa a los que se van, de los que nos quedábamos en tierra.




Cerca de las siete nos llamaba ya con acento parisino. Habían llegado al hotel y comenzaba su viaje con olor a croasant.




El viernes por la tarde volvia de un viaje de ensueño, con sus orejitas de Minnie y con la maleta llena de buenos momentos.
Nada más aterrizar me dijo- "mamá tenemos que comprar una hucha para volver". Y así lo haremos, porque la próxima vez yo no me lo pierdo.


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